viernes, 24 de julio de 2015

“¡Compadre, es que yo siempre ando sigiliao!”, por Alfredo Fuentes Fernández.

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Confieso que al escuchar aquella frase de boca de Yasiel, me sobrecogió viniendo de alguien que desde el momento en que lo conocí hasta la fecha me había parecido tan diáfano en la proyección de su personalidad y me puso a analizar, una vez más, sobre la real naturaleza de la condición humana y la estructuración del ser social de cada cual. Verdaderamente siempre estuvieron ante mis ojos, en sus decenas de obras distribuidas por varias series, estas preocupaciones existenciales que lo han marcado desde que se hizo “adulto” socialmente hablando. Solo que uno ve lo que quiere ver en un momento dado. Pero siempre estuvieron (y están) ahí, escondidas detrás de las aparentemente ingenuas representaciones de “payasos”, o de los macro detalles arquitectónicos convertidos en figuraciones casi abstractas de un paisaje que, a través de ese amañamiento, esconde las inequidades de una “belleza urbana” muy desigual y de inquietantes contrastes, no siempre claros en intenciones “representacionales”.

La obra de Yasiel Elizagaray Cárdenas, está marcada fundamentalmente por utilizar la figura del clown, con un fuerte acento expresionista en el uso del color y las formas, estructurándola a manera de metáfora visual por medio de las cuales esboza ciertas interrogantes acerca de la condición humana en el eje de las relaciones sociales. Para ello hace gala en el uso del empastado y el collage técnico, otorgándole un sello muy particular en la estructuración formal de sus piezas pictóricas, que con la texturización del color sobre el lienzo apoyan la empatía emotiva lograda sobre el espectador.

Poco a poco va a ir migrando desde la representación retiniana y hedonista de sus arquetípicos personajes, hasta la fractal y neoexpresionista figuración de paleta opaca, casi monocromática, que tiene como centro su actividad pictórica más actual. En estas, ya el luminoso payaso prometeico y ciertamente ingenuo, ha mutado a un ser que espera en el acecho la revelación de una verdad terrible, existencialista. La gracia explícita, que tipifica sus inicios genéricos como figura simbólica, se ha transformado en una mueca aterradora, asustadiza, a la espera del desenlace de algo pavoroso o que muestra, en otros casos, el derrumbe de una entelequia de belleza entendida como alegoría de un sistema, cosmos u orden de las cosas.

Es en el “sigilo” de la representación misma, donde se solapan las intenciones cruzadas de Yasiel, sus obsesiones iconográficas, las proyecciones de su invención como ser humano, que se refleja en diversos alter-egos de heterogénea urdimbre que lo cercan, lo acechan, lo destruyen y lo crean. Tal como nosotros.

Este texto, reseña la presentación de la exposición personal "SIGILOS", del artista Yasiel Elizagaray Cárdenas, abierta al público el día 4 de julio del 2015, en la galería Larios de la ciudad de Camagüey, Cuba. Imágenes y más información sobre la muestra, puede encontrarse en este enlace: https://www.facebook.com/events/1607112082899878/?ref=3&ref_newsfeed_story_type=regular&feed_story_type=117&action_history=null

¿Quién es YasielElizagaray Cárdenas?

Joven artista cubano, nacido en Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus el 23 de julio de 1987. Cursa estudios en el Escuela de Instructores de Arte "VladislavVolkov", de donde se gradúa en el año 2005, como Bachiller en letras y humanidades, en la especialidad de artes plásticas. Entre el 2006 y el 2008 ejerce como instructor en diferentes centros de estudios de su provincia natal, a la par de ir descubriendo las pautas iniciales de una poética propia, que en sus formulaciones morfológicas lo hará distinguirse en el panorama de la nueva pintura hecha en Cuba.
Ha participado en importantes eventos territoriales y nacionales, donde ha obtenido reconocimientos y avales. Entre ellos cabe destacar los Primeros Premios en los encuentros nacionales y provinciales de miniaturismo, convocados por la Sociedad Cultural José Martí, el Premio del Salón de la Ciudad de Sancti Spíritus, Mención en la Bienal de Artes Visuales de Trinidad, Sancti Spíritus; y el Primer Premio en el Salón Plástica e Identidad, en Sibanicú, Camagüey.
Tiene en su haber casi una decena de exposiciones personales y participación en una treintena de muestras colectivas.


miércoles, 25 de marzo de 2015

Blackout, la nueva vuelta de tuerca cinematográfica de Yanel Hernández. Por Alfredo Fuentes Fernández

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Bette Davis (2015) - Carboncillo sobre lienzo - 90 x 120 cm
Cuando unos dos años atrás Yanel Hernández exhibía su última serie pictórica titulada Superfinos Negros, esta sui géneris apropiación estética y morfológica era presentada al público como una subversión de “los términos para reconocer, en los más importantes iconos de la historia, esos rasgos negroides que no le permitieron a otros haber trascendido de igual manera”1.


El Gran Tipo (2015) - carboncillo y acrílico sobre lienzo - 90 x 120 cm



Hoy, conminado por el “encargo social” que le convoca el Taller Nacional de la Crítica Cinematográfica -al que sirve como saludo y bienvenida-, explora una extensión de dicho acervo estetizante, haciendo uso para ello del imaginario colectivo más puntualmente contraproducente del que se haya servido: el glamour de las figuras míticas del séptimo arte.
Evolución de Mary (2015) - carboncillo y acrílico sobre lienzo - 50 x 105 cm

El Loco (2015) - óleo sobre lienzo - 90 x 120 cm
Especie de spin-off (para utilizar un término de la cultura audiovisual contemporánea) de los contenidos originalmente tratados por Yanel en SuperfinosBlackout acentúa el herramental técnico-temático del retrato académico, utilizado aquí por el artista como centro de la instrumentalización de la nostalgia afectiva que construye, echando mano con sutileza y comedida pretensión del choteo, de uno de los recursos más potentes que ha revelado la cultura cubana desde épocas fundacionales. Con él, Yanel evita caer en la mera representación folclorizada y mercantil que ha tenido en las artes visuales la imagen de los afro-descendientes, potenciando desde su excelente habilidad de oficio, un homenaje a la pasión cinematográfica de los cubanos y un llamado a  la perpetuación de la identidad, cuestionando a lo que por norma cultural se ha constituido.

La muestra Blackout, fue inaugurada el pasado 18 de marzo del 2015, como parte de las acciones del XXI Taller Nacional de la Crítica Cinematográfica y se mantiene exhibiéndose en el pequeño espacio galerístico del  lobby del Hotel Isla de Cuba, en la ciudad de Camagüey.
Super Man Be (2014) - carboncillo y acrílico sobre lienzo - 120 x 100 cm

1 Veloz, Yudarkis: Superfinos Negros, otra vez la pregunta”, palabras al catálogo de la muestra.

lunes, 7 de octubre de 2013

Imitando a BOB. Muestra fotográfica de Yara Martínez Pestana.

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Yara Martínez Pestana, viene hace ya un tiempo representando en sus fotografías, un discurso acerca de la transmutación del espíritu, su ambivalencia y alteridad, empleando para ello, como soporte del sujeto retratado, al cuerpo humano en sí mismo en toda su dimensión y capacidad de expresión de la belleza, entendida como constructo estético.

Para la autora, la piel no es más que un límite impreciso de la condición humana, una caja contentiva y modeladora de una forma de vivir y pensar, reflejo de un esquema iconográfico, representativo de dicha condición.





En la muestra que nos ocupa, Imitando a Bob, hace uso inteligente de la cita postmoderna, del retake –un poco amanerado y dimensionado extrasensorialmente- subversivo, a uno de los grandes del género: Robert Mappletorpe. Aun con la apelación directa del título de la exhibición, no podemos argüir que la misma sea una copia, un texto “imitado” y “reciclado” de las formulaciones establecidas por Mappletorpe en otros contextos históricos y sociales, para solamente ir contra los tabúes de un ethos sociológicamente instrumentado, que eludía y tergiversaba la forma de explicarse esa condición humana desmaterializando a los individuos en “cosas” con etiquetas.

En Yara, las citas al maestro del lente norteamericano –incluso advertimos guiños y transfusiones a otras poéticas, como la del cubano Bles, o del también norteño Andrés Serrano- buscan estetizar contemporáneas preocupaciones, por el valor de la construcción de la lectura dinámica con la historia de esta manifestación artística y en específico, con el legado de Mappletorpe y el empoderamiento de su carga simbólica, en tanto transgresor conceptual de la fotografía en determinadas zonas temáticas, todavía vistas hoy con recelo por algunos sectores sociales.

El sexo y la expresión de la sexualidad, la identidad de género, las contradicciones y oposiciones agónicas entre la “entidad masculina” y la “entidad femenina” y los consecuentes desdoblamientos de las mismas en las capas sociales; la metaforización de las relaciones interpersonales y de los estereotipos de los roles, y por último, el cuestionamiento mismo de la condición humana, están en la diana escudriñadora de Yara, alter ego foto-genésico de Bobby, que nos espeta desde sus imágenes cuan mundana es nuestra complejidad como seres, como entidades, en este universo en expansión.
Alfredo Fuentes Fernández

PALIMPSESTO DE MI HISTORIA, la interpretación del tejido cultural histórico de Alien J. Díaz Pedrosa.


La historia como construcción subjetiva de hechos acaecidos en una secuencia del espacio tiempo, admite una formulación como metarelato, acorde al punto de vista de los actores que intervienen en dicha interacción. Es así como dispensa la posibilidad de constantes revisiones y/o lecturas, en dependencia de las necesidades representacionales de quién utiliza los hitos históricos, para apoyar sus bases político-ideológicas, conceptuales, científicas, etc.

El tejido histórico, como memoria común de un suceso, establece analogías a nivel de la representación gráfica de las ideas, que posibilitan una constante contextualización. 

Por tanto la tarja, eje ideo-temático y morfológico de la muestra personal “Palimpsesto de mi historia” de Alien Julián Díaz Pedrosa, ahora refuncionalizada como espacio de experimentación y desinhibición creativa, permite finalmente la descentralización del texto histórico original que le dio base. Su contenido, expresado y expuesto como una imagen, se libera de las limitaciones de sentidos preconcebidos en otros “espacio-tiempo” históricos, y es re compuesto en el proceso de creación de manera no-lineal. De este modo, desactivamos su potencial normativo, o a la inversa, activamos su potencial subversivo.

Alien Julián trata de acercarse al pensamiento de Wittgenstein sobre la relación entre arte y lenguaje, buscando de este modo hallar los mecanismos sintácticos, semánticos y performativos, osea el cómo, interpretando esta noción para describir la realidad. Para él, “analizar estos mecanismos, este cómo, permite descubrir y comprender los dispositivos ideológicos y normativos que se articulan a través de una producción supuestamente neutral como la del arte".
No hay que olvidar que esos dispositivos están ya activos en el nivel más elemental del hecho artístico, en su materia prima: la obra.

Alfredo Fuentes Frenández.
El joven artista (a la derecha en la imagen) conversa con público asistente a la inauguración de su muestra en la Galería Larios, Camagüey, Cuba.


martes, 30 de octubre de 2012

EXPONEN JÓVENES ARTISTAS EN CAMAGÜEY



por: Rafael Gordo Nuñez
Fotos: Cortesía CPAP, buscar en el banco de la AIN, las de Rodolfo Blanco Cujé 
 

Alejados de los epicentros culturales, un grupo de jóvenes realizadores del municipio Nuevitas se abren paso dentro del séptimo arte. Un merecido espacio tendrán en la próxima edición de la Muestra Audiovisual Internacional Almacén de la Imagen, del 24 al 28 de octubre, en Camagüey. 

 

Incursionar en el cine al margen de los centros de poder y plantear un discurso desde una óptica joven y cuestionadora de su realidad social es el móvil fundamental de la propuesta camagüeyana Hieroscopia1, presente en la galería Larios y en la sala de video Nuevo Mundo de la capital provincial.

 

La muestra integra el compendio de obras que alrededor de doce jóvenes realizan, desde hace cuatro años, alejados de cualquier institución cultural y que, por fortuna, el Consejo Provincial de las Artes Plásticas ha decidido apoyar con el objetivo de promover nuevos talentos de las artes visuales, en una de las ciudades con mayor tradición del género en Cuba.

 

Graduados en su mayoría de instructores de arte, los muchachos decidieron aventurarse como equipo bajo el nombre de El cuchillo de Macbeth. Dayron Porrúa fue el ideólogo inicial del proyecto. Él dirigió el primer trabajo, Oledor de Pólvora (2007) y a partir de allí comenzaron a plasmar su mundo en buenos intentos de cortometraje, documental, ficción y videoarte. 

 

Además de los audiovisuales, Hieroscopia propone - mediante la técnica mixta, el acrílico sobre el lienzo, la instalación y la fotografía digital- un análisis de la sociedad cubana contemporánea. Plasman sus ideas sin tapujos ni complejos dentro de una manifestación artística sumamente contradictoria.

 

Aunque entre ellos no hay jerarquía y todos colaboran entre sí a la hora de confeccionar sus propuestas, encabezan El cuchillo de Macbeth Pedro Navarro, Eyder Armas y Javier Sánchez. Ellos esperan recibir apoyo de la Asociación Hermanos Saíz, la que integran desde abril de este año. 

 

Eyder Armas explica los motivos de su unión. “Nuevitas –donde surge y se desarrolla el grupo- siempre fue un excelente sitio para la creación en la provincia, pero en los últimos tiempos nos hemos visto fragmentados y mucho de lo que hacíamos se quedaba en nuestras casa, alejados del público que tanto lo necesita. Decidimos buscar apoyo entre todos, transformar el polémico panorama cultural del municipio, abrirnos paso en Camagüey, y en el resto del país”. 

 

Para Pedro Navarro, fundador del conjunto, una de las alegrías mayores llegó tras conocer que el documental Costas Extrañas (2009), dirigido por Dayron Porrúa, participaría -junto a dos de los entrevistados- en la pasada muestra de jóvenes realizadores, organizada en el marco por el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. 

 

Lo que empezó como un hobby se fue convirtiendo en una labor cada vez más seria. Después del Festival, y con el apoyo de Fernando Pérez, pudimos presentarnos en el cine Chaplin, en el Festival de Cine Pobre de Gibara y en el Almacén de la Imagen. También logramos ya nuestro propio espacio con la instauración en Nuevitas del evento Hieroscopia, alentados también por Jorge Luis Santana, presidente del Festival Internacional del Videoarte de Camagüey”. 
 

Al mérito de “sobrevivir” como grupo se suman sus constantes creaciones, elaboradas con escasísimos recursos, pero que poco a poco elevan su valor estético y la calidad de sus mensajes, aun cuando los miembros del grupo defienden líneas de trabajo diferentes. 

 

Los miembros de El Cuchillo de Macbeth optan por su propio estilo, explica Eyder Armas. “Nosotros tenemos la intención de lograr una serie de cortos que se realicen sobre la base de tres conceptos fundamentales. Primero, deben llevar por nombre Zona de Conflicto. Segundo, deben durar 60 segundos. Tercero, el protagonista debe estar en conflicto con su medio social o con otra persona de su entorno”.

 

La mayoría de los audiovisuales se realizan sobre los presupuestos del cine indie, el cine trash y el cine B, subgénero cinematográfico avalado en sus inicios como valor contracultural de una generación y una época, en momentos en que lo kitsch tomaba fuerza.

 

Como se sabe, con la aparición del Postmodernismo la línea entre lo kitsch y el arte se tornó más borrosa. Si a principios del siglo XX teóricos como Theodor Adorno y sus colegas de Frankfort percibían en la popularidad de este movimiento un peligro para la cultura por integrar esa gigantesca industria -donde el arte es controlado y planeado por las necesidades del mercado-, a partir de los años ’80 los postulados de la denominada estética camp vienen a defender el valor intelectual y social de lo kitsch, donde se subestima la estructura formal para dar más importancia al qué se quiere decir y al qué significado tiene. O sea: todo, o casi todo, cuenta. 

 

Esta nueva forma de hacer cine cobró fuerza y en la actualidad excelentes filmes han surgido sobre la base del trash, lo indie y la serie B. El éxito de los camagüeyanos radica entonces –como me comentó una amiga- en un excelente esfuerzo por lograr que aquello que parece nada se convierta en arte.






1 La hieroscopia, método de adivinación quizás importado de Etruria, consistía en examinar las vísceras de un animal que se acababa de degollar para deducir de ello indicaciones de la voluntad divina. En la Electra de Eurípides, Orestes, antes de matar a Egisto, le ayuda en un sacrificio cuyos presagios funestos anuncian el homicidio inminente:
 
Egisto toma de las manos de Orestes las vísceras sagradas y las observa. Al hígado le falta un lóbulo, la vena porta y los vasos vecinos de la vesícula biliar muestran a sus ojos manchas funestas. Orestes pregunta: ¿por qué tienes ese aspecto desolado? Extranjero, responde Egisto, temo una trampa de fuera. Tengo un enemigo mortal, el hijo de Agamenón, que está en guerra contra mi casa. (Eurípides, Electra, v.826-833)

Hieroscopia una mirada diferente...

por Alfredo Fuentes Fdez

Presentamos a consideración de los especialistas, críticos, aficionados, profesionales y público en general, las creaciones audiovisuales y plásticas de un grupo de jóvenes artistas camagüeyanos, influenciados por la estética de un subgénero cinematográfico, considerado hoy de culto por especialistas y creadores, así como por la más reciente tradición historiográfica del séptimo arte. 

Esta estética, nacida en sus inicios como valor contracultural de una generación y una época, es sumida sin tapujos ni complejos por estos jóvenes realizadores para hablar de sus propios problemas, sobre y desde la contemporaneidad, con un lenguaje que les resulta apetecible y estructuralmente seductor, en la proyección perceptiva hacia el público consumidor de sus trabajos, primariamente, sus propios coterráneos generacionales.

Como camagüeyanos se vinculan a la tradición esencialista e indagadora de los artistas en estas tierras, principalmente vinculada en todo su desarrollo a través décadas, en diferentes contextos históricos, en estilos y formas de hacer, a una especial relación con el arte y, sobre todo, a una forma de concebir la creación, postura visibilizada a través de varias generaciones, entre las que se cuenta la de este grupo numeroso y creciente de jóvenes talentos agrupados bajo la égida de tan rebuscado denominativo común que avizora el deseo de ver el futuro, comenzando a desmarcarse en el panorama no sólo ya de su localidad, sino también en otros ámbitos y tejidos de las artes visuales.

Según la destacada crítica y teórica del arte Nelly Richard: “Existe una forma de entender la defensa de lo local – en respuesta a las amenazas de la globalización- como un temor reactivo frente a la disolución de los grandes relatos de la duración, la estabilidad y la coherencia que protegía a las identidades y las tradiciones homogéneas de antes. Pensado así, lo local puede convertirse en el refugio nostálgico de la pureza de una cultura originaria que debería ser reservada, románticamente, de las contaminaciones de signos que exacerban los tráficos de la globalización. Pero otra forma de entender lo local – ya no como la derivación natural de una territorialidad de origen- puede plantearse como una localización táctica y una diferencia situada: lo local como marea y posicionamiento crítico, que rescata la especificidad del contexto, pero a través de las fisuras y los descalces que se producen entre lo globalizante y lo micro diferenciado. Esta es la reivindicación crítica de lo local que permite moverse entre los pliegues de la globalización, combatiendo sus metaenunciados desde una singularidad de referenciación contextualmente activa.”1

Considerando estos presupuestos, en esta muestra queremos presentar las creaciones audiovisuales y plásticas de este grupo de jóvenes artistas camagüeyanos, mayormente oriundos de la ciudad de Nuevitas, sede donde se gesta este movimiento de creación audiovisual, casi todos con formación profesional en el campo del arte y un trabajo meritorio y constante, avocados a la praxis sistemática, a pesar de distinguirse por distintas técnicas de representación y concepciones estéticas diferentes, que intentan constantemente participar en ese diálogo referido anteriormente utilizando sus propias circunstancias productivas y las propuestas más paradigmáticas de la producción visual contemporánea.

La ambivalencia temática, su diversidad ideo-estética, esta oposición de discursos técnicos, no son excluyentes los uno de los otros y más bien se complementan entre sí, en un contrapunteo ideológico y de participación de la actividad artística, que constantemente recicla los enunciados expuestos por Richards.

La concepción curatorial concebida para la galería se presupuesta asumiendo el discurso tropológico propuesto por los integrantes del grupo, observándose una unidad en su conjunto, bien en el orden de intereses generacionales y de la forma contemporánea de representación; no así de concepciones ideotemáticas o estéticas, en la que puede apreciarse un variado arsenal de formulas y herramental utilizado por estos jóvenes artistas para expresar inquietudes que giran, en lo fundamental, hacia construcciones problematizadoras de una antropología social y las relaciones derivadas de esta hacia otros campos del accionar del ser humano, como pudieran ser la naturaleza y el factor ecológico, las interacciones paterno-filiales, la ubicuidad cósmica del ser humano, el sexo y la morbosidad de la muerte, entre otras.

Esto está posibilitado por la diversidad genérica y de soportes que se emplean en la muestra, en lo fundamental la pintura, la fotografía y la instalación como estructuras expresivas autónomas y a la misma vez, concomitantes con la de los discursos de los trabajos audiovisuales de los integrantes del proyecto
1 Richard, Nelly: “Lo local y lo global: hibridez y traducción interculturales.”

jueves, 10 de febrero de 2011

Las Cucarachas de mi armario, muestra personal del artista Tai Ma Campos, exhibe la galería República 289 del Consejo de las Artes Plásticas de Camagüey


Este febrero, la galería República 289 abrió sus puertas a la exposición personal“Las cucarachas de mi armario” del joven artista de la plástica Tai Ma Campos. Compuesta por 19 lienzos de gran formato, con aditivos realizados en la propia tela que le sirve de base que le proporcionan a las obras la cualidad de manipular la sensorialidad tridimensional del espectador, la exposición gana en amplitud en esta versión que para la ciudad agramontina realizó el autor, pues originalmente sólo constaba de 9 piezas.


Las obras que simulan ser -y funcionar como- retratos personales de varios individuos y hasta parejas, en realidad revelan ser portadores de un gran simbolismo, subjetivado por medio de la percepción que del sujeto retratado realizan “los otros”.


La apariencia ingenua y “suave” de las obras en general, esconde un ethos retorcido, intolerante y en el mejor de los casos vacuo, volviéndose un reflejo incómodo para el espectador, al que se le acrecienta una sensación de extrañamiento que termina en el principio de la repulsión. Tal vez sea el signo que busca Tai, demoniaca compulsión entre la belleza y el asco.


Inaugurada como parte del programa del XXI Salón de la Ciudad, la muestra continuará exhibiéndose durante todo el mes de febrero en dicho espacio galerístico.