martes, 30 de octubre de 2012

EXPONEN JÓVENES ARTISTAS EN CAMAGÜEY



por: Rafael Gordo Nuñez
Fotos: Cortesía CPAP, buscar en el banco de la AIN, las de Rodolfo Blanco Cujé 
 

Alejados de los epicentros culturales, un grupo de jóvenes realizadores del municipio Nuevitas se abren paso dentro del séptimo arte. Un merecido espacio tendrán en la próxima edición de la Muestra Audiovisual Internacional Almacén de la Imagen, del 24 al 28 de octubre, en Camagüey. 

 

Incursionar en el cine al margen de los centros de poder y plantear un discurso desde una óptica joven y cuestionadora de su realidad social es el móvil fundamental de la propuesta camagüeyana Hieroscopia1, presente en la galería Larios y en la sala de video Nuevo Mundo de la capital provincial.

 

La muestra integra el compendio de obras que alrededor de doce jóvenes realizan, desde hace cuatro años, alejados de cualquier institución cultural y que, por fortuna, el Consejo Provincial de las Artes Plásticas ha decidido apoyar con el objetivo de promover nuevos talentos de las artes visuales, en una de las ciudades con mayor tradición del género en Cuba.

 

Graduados en su mayoría de instructores de arte, los muchachos decidieron aventurarse como equipo bajo el nombre de El cuchillo de Macbeth. Dayron Porrúa fue el ideólogo inicial del proyecto. Él dirigió el primer trabajo, Oledor de Pólvora (2007) y a partir de allí comenzaron a plasmar su mundo en buenos intentos de cortometraje, documental, ficción y videoarte. 

 

Además de los audiovisuales, Hieroscopia propone - mediante la técnica mixta, el acrílico sobre el lienzo, la instalación y la fotografía digital- un análisis de la sociedad cubana contemporánea. Plasman sus ideas sin tapujos ni complejos dentro de una manifestación artística sumamente contradictoria.

 

Aunque entre ellos no hay jerarquía y todos colaboran entre sí a la hora de confeccionar sus propuestas, encabezan El cuchillo de Macbeth Pedro Navarro, Eyder Armas y Javier Sánchez. Ellos esperan recibir apoyo de la Asociación Hermanos Saíz, la que integran desde abril de este año. 

 

Eyder Armas explica los motivos de su unión. “Nuevitas –donde surge y se desarrolla el grupo- siempre fue un excelente sitio para la creación en la provincia, pero en los últimos tiempos nos hemos visto fragmentados y mucho de lo que hacíamos se quedaba en nuestras casa, alejados del público que tanto lo necesita. Decidimos buscar apoyo entre todos, transformar el polémico panorama cultural del municipio, abrirnos paso en Camagüey, y en el resto del país”. 

 

Para Pedro Navarro, fundador del conjunto, una de las alegrías mayores llegó tras conocer que el documental Costas Extrañas (2009), dirigido por Dayron Porrúa, participaría -junto a dos de los entrevistados- en la pasada muestra de jóvenes realizadores, organizada en el marco por el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. 

 

Lo que empezó como un hobby se fue convirtiendo en una labor cada vez más seria. Después del Festival, y con el apoyo de Fernando Pérez, pudimos presentarnos en el cine Chaplin, en el Festival de Cine Pobre de Gibara y en el Almacén de la Imagen. También logramos ya nuestro propio espacio con la instauración en Nuevitas del evento Hieroscopia, alentados también por Jorge Luis Santana, presidente del Festival Internacional del Videoarte de Camagüey”. 
 

Al mérito de “sobrevivir” como grupo se suman sus constantes creaciones, elaboradas con escasísimos recursos, pero que poco a poco elevan su valor estético y la calidad de sus mensajes, aun cuando los miembros del grupo defienden líneas de trabajo diferentes. 

 

Los miembros de El Cuchillo de Macbeth optan por su propio estilo, explica Eyder Armas. “Nosotros tenemos la intención de lograr una serie de cortos que se realicen sobre la base de tres conceptos fundamentales. Primero, deben llevar por nombre Zona de Conflicto. Segundo, deben durar 60 segundos. Tercero, el protagonista debe estar en conflicto con su medio social o con otra persona de su entorno”.

 

La mayoría de los audiovisuales se realizan sobre los presupuestos del cine indie, el cine trash y el cine B, subgénero cinematográfico avalado en sus inicios como valor contracultural de una generación y una época, en momentos en que lo kitsch tomaba fuerza.

 

Como se sabe, con la aparición del Postmodernismo la línea entre lo kitsch y el arte se tornó más borrosa. Si a principios del siglo XX teóricos como Theodor Adorno y sus colegas de Frankfort percibían en la popularidad de este movimiento un peligro para la cultura por integrar esa gigantesca industria -donde el arte es controlado y planeado por las necesidades del mercado-, a partir de los años ’80 los postulados de la denominada estética camp vienen a defender el valor intelectual y social de lo kitsch, donde se subestima la estructura formal para dar más importancia al qué se quiere decir y al qué significado tiene. O sea: todo, o casi todo, cuenta. 

 

Esta nueva forma de hacer cine cobró fuerza y en la actualidad excelentes filmes han surgido sobre la base del trash, lo indie y la serie B. El éxito de los camagüeyanos radica entonces –como me comentó una amiga- en un excelente esfuerzo por lograr que aquello que parece nada se convierta en arte.






1 La hieroscopia, método de adivinación quizás importado de Etruria, consistía en examinar las vísceras de un animal que se acababa de degollar para deducir de ello indicaciones de la voluntad divina. En la Electra de Eurípides, Orestes, antes de matar a Egisto, le ayuda en un sacrificio cuyos presagios funestos anuncian el homicidio inminente:
 
Egisto toma de las manos de Orestes las vísceras sagradas y las observa. Al hígado le falta un lóbulo, la vena porta y los vasos vecinos de la vesícula biliar muestran a sus ojos manchas funestas. Orestes pregunta: ¿por qué tienes ese aspecto desolado? Extranjero, responde Egisto, temo una trampa de fuera. Tengo un enemigo mortal, el hijo de Agamenón, que está en guerra contra mi casa. (Eurípides, Electra, v.826-833)

Hieroscopia una mirada diferente...

por Alfredo Fuentes Fdez

Presentamos a consideración de los especialistas, críticos, aficionados, profesionales y público en general, las creaciones audiovisuales y plásticas de un grupo de jóvenes artistas camagüeyanos, influenciados por la estética de un subgénero cinematográfico, considerado hoy de culto por especialistas y creadores, así como por la más reciente tradición historiográfica del séptimo arte. 

Esta estética, nacida en sus inicios como valor contracultural de una generación y una época, es sumida sin tapujos ni complejos por estos jóvenes realizadores para hablar de sus propios problemas, sobre y desde la contemporaneidad, con un lenguaje que les resulta apetecible y estructuralmente seductor, en la proyección perceptiva hacia el público consumidor de sus trabajos, primariamente, sus propios coterráneos generacionales.

Como camagüeyanos se vinculan a la tradición esencialista e indagadora de los artistas en estas tierras, principalmente vinculada en todo su desarrollo a través décadas, en diferentes contextos históricos, en estilos y formas de hacer, a una especial relación con el arte y, sobre todo, a una forma de concebir la creación, postura visibilizada a través de varias generaciones, entre las que se cuenta la de este grupo numeroso y creciente de jóvenes talentos agrupados bajo la égida de tan rebuscado denominativo común que avizora el deseo de ver el futuro, comenzando a desmarcarse en el panorama no sólo ya de su localidad, sino también en otros ámbitos y tejidos de las artes visuales.

Según la destacada crítica y teórica del arte Nelly Richard: “Existe una forma de entender la defensa de lo local – en respuesta a las amenazas de la globalización- como un temor reactivo frente a la disolución de los grandes relatos de la duración, la estabilidad y la coherencia que protegía a las identidades y las tradiciones homogéneas de antes. Pensado así, lo local puede convertirse en el refugio nostálgico de la pureza de una cultura originaria que debería ser reservada, románticamente, de las contaminaciones de signos que exacerban los tráficos de la globalización. Pero otra forma de entender lo local – ya no como la derivación natural de una territorialidad de origen- puede plantearse como una localización táctica y una diferencia situada: lo local como marea y posicionamiento crítico, que rescata la especificidad del contexto, pero a través de las fisuras y los descalces que se producen entre lo globalizante y lo micro diferenciado. Esta es la reivindicación crítica de lo local que permite moverse entre los pliegues de la globalización, combatiendo sus metaenunciados desde una singularidad de referenciación contextualmente activa.”1

Considerando estos presupuestos, en esta muestra queremos presentar las creaciones audiovisuales y plásticas de este grupo de jóvenes artistas camagüeyanos, mayormente oriundos de la ciudad de Nuevitas, sede donde se gesta este movimiento de creación audiovisual, casi todos con formación profesional en el campo del arte y un trabajo meritorio y constante, avocados a la praxis sistemática, a pesar de distinguirse por distintas técnicas de representación y concepciones estéticas diferentes, que intentan constantemente participar en ese diálogo referido anteriormente utilizando sus propias circunstancias productivas y las propuestas más paradigmáticas de la producción visual contemporánea.

La ambivalencia temática, su diversidad ideo-estética, esta oposición de discursos técnicos, no son excluyentes los uno de los otros y más bien se complementan entre sí, en un contrapunteo ideológico y de participación de la actividad artística, que constantemente recicla los enunciados expuestos por Richards.

La concepción curatorial concebida para la galería se presupuesta asumiendo el discurso tropológico propuesto por los integrantes del grupo, observándose una unidad en su conjunto, bien en el orden de intereses generacionales y de la forma contemporánea de representación; no así de concepciones ideotemáticas o estéticas, en la que puede apreciarse un variado arsenal de formulas y herramental utilizado por estos jóvenes artistas para expresar inquietudes que giran, en lo fundamental, hacia construcciones problematizadoras de una antropología social y las relaciones derivadas de esta hacia otros campos del accionar del ser humano, como pudieran ser la naturaleza y el factor ecológico, las interacciones paterno-filiales, la ubicuidad cósmica del ser humano, el sexo y la morbosidad de la muerte, entre otras.

Esto está posibilitado por la diversidad genérica y de soportes que se emplean en la muestra, en lo fundamental la pintura, la fotografía y la instalación como estructuras expresivas autónomas y a la misma vez, concomitantes con la de los discursos de los trabajos audiovisuales de los integrantes del proyecto
1 Richard, Nelly: “Lo local y lo global: hibridez y traducción interculturales.”